No me hice cocinera para abrir un restaurante. Me hice cocinera para entenderlo desde dentro.



Y acabé dedicándome a ayudar a que funcionen por fuera también.

sobre mí

Soy Martina Polo, asesora gastronómica freelance. Y aunque hoy trabajo con datos, procesos y decisiones estratégicas, todo empezó entre cazuelas y fogones.

Hace más de una década decidí dejar atrás los algoritmos y las fórmulas de la ingeniería para entregarme a otra ecuación: la que hace que un restaurante funcione. Estudié en La Cónsula (Málaga), una de las mejores escuelas de cocina del país, donde aprendí que detrás de cada plato hay algo más que técnica: hay personas, recursos, escandallos, ratios, costes. Hay gestión.

Me formé como cocinera junto a referentes como Diego del Río o Dani Carnero, y después puse rumbo al norte, a San Sebastián, para seguir creciendo. Pasé por restaurantes como Kokotxa y dirigí las cocinas del grupo Gastroleku como chef ejecutiva, donde entendí algo que hoy guía todo mi trabajo: Lo que no se puede medir, no se puede mejorar.

Después de años liderando equipos en cocina, decidí dar un paso más: estudié el Máster en Innovación y Gestión de Restaurantes en el Basque Culinary Center, donde aprendí a ver los restaurantes desde una perspectiva más global, más sostenible, más analítica.

Gestiono con la convicción de que un restaurante solo funciona cuando cocina, sala y dirección reman en la misma dirección y con el mismo propósito.

Creo profundamente en la gastronomía como eje de cambio: no solo alimenta, también transforma territorios, conecta personas y construye cultura. Por eso, mi misión es ayudar a profesionalizar la hostelería, dignificar el oficio y demostrar que un restaurante bien gestionado no es solo un negocio rentable: es una empresa sólida.

No hay decisiones inteligentes sin datos claros. ¿Empezamos a trabajar juntos?